Ay ¡Verdad que fue escondida y ya no puede ser reprimida.
Ni por unos ni por otros, ni por los que la creian que la mantenían protegida.
Más, es al compartir con los demás, el saber escuchar, el saber dar-darse y recibir: esa es la entrega desde el centro de
Fuente, sonido, silencio del cielo y Terra y los hermanos en ella.
Haia, la niña de la canción silencio, sonido, palabra, verbo, cantor.
Anunciada por todos desde lo más elevado y profundo, en la unidad vibración del Espiritu Divino:
Revela a los oídos internos reconocidos y escudriñados, los nuevos sentidos, la capacidad de
Manto de Padre sostenido, tejido por
Omnia, Haia, Atalaya
En la antorcha de
Siendo senderos vivos, cada grupo de almas en claridad y sinceridad de objetivos.
Poder del AMAR, Vida Esencial al servicio entrega fuente suprema del Propósito Divino. Unidad de la niños.
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